Historia de la izquierda española, ¿acabará igual que otros Iglesias?

Ricardo Angoso: La historia freudiana y siniestra de la izquierda española

16 de junio de 2015

Comunistas españoles

¿Ya ha comenzado la “caza de brujas” en el interior de Podemos, le ocurrirá a Pablo Iglesias lo mismo que a otros líderes de la izquierda?

La izquierda española, siguiendo la rancia tradición estalinista de las chekas y los paredones de fusilamiento, siempre acaba matando al padre, tal como ya denunciara en su momento el genial escritor británico George Orwell en su libro de memorias Homenaje a Cataluña. En esa obra describe la cruenta batalla que se desató durante la Guerra Civil española entre anarquistas, socialistas y comunistas por hacerse con el poder. Los grandes perdedores de estas luchas fueron los trotskistas del Partido Obrero de Andreu NinUnificación Marxista (POUM), cuyo máximo líder, Andreu Nin, fue detenido por los comunistas, con la ayuda del KGB , y posteriormente asesinado en Alcalá de Henares, seguramente en una base soviética tras haber sido torturado de una forma brutal. Otros líderes del POUM, continuando con los planes del agente soviético Alexander Orlov, la mano de acero de Stalin en nuestro país, correrían igual suerte.

Los comunistas, junto con el gobierno de izquierdas presidido por el doctor Juan Negrín, mantuvieron después, cumpliendo fielmente las instrucciones provenientes de Moscú, que Nin había sido liberado por la Gestapo alemana y después asesinado. Y ya se sabe, que una mentira repetida mil veces, como hubiera dicho Joseph Goebbels, equivale al final a una verdad. El Partido Comunista de España (PCE) estaba tras la trama y ese gran aprendiz de brujo que era Santiago Carrillo, el de las matanzas de Paracuellos, sabía mucho de cómo organizar estas conspiraciones y endilgárselas a otros.

Dolores Ibarruri y Carrillo

Dolores Ibarruri y Santiago Carrillo

Más tarde, en marzo de 1939, las tropas de Franco ganan la guerra y la camarilla comunista, presidida por Dolores Ibarruri, alias La Pasionaria, se va con la música a otra parte, más concretamente a Moscú. Allí, Carrillo, en apenas unos años, consigue marginar de la escena política a La Pasionaria y otros líderes, arrincona a la dirección del PCE en el interior de España y condena al ostracismo al exilio parisino. Carrillo, en muy poco tiempo, se hace con el control absoluto del PCE, derrotando incluso a Enrique Líster, y preparando el terreno para cuando regresara a España ser el líder absoluto.

LOS VIEJOS COMUNISTAS NUNCA MUEREN

Sin embargo, la sociedad española había cambiando y cuando los comunistas se enfrentan a las primeras elecciones, en el año 1977, en los comienzos de nuestra Transición a la democracia, obtienen unos resultados paupérrimos e incluso los socialistas les superan ampliamente en votos y diputados. Inesperadamente, se convierten en la tercera fuerza política con algo más de una veintena de escaños y sin un peso significativo. Unos años más tarde, después de haber apelado al heroísmo de los comunistas durante los años de dictadura, llegaría el gran batacazo electoral: frente a una mayoría absoluta de los socialistas, que consiguen doscientos diputados y diez millones largos de votos, los comunistas apenas consiguen dos escaños y están a punto de rozar el carácter de extraparlamentarios.

Así las cosas, en 1982, una vez que Carrillo ha purgado y expulsado a renovadores, críticos, eurocomunistas, prosoviéticos, ortodoxos y moderados, comienza la noche de los cuchillos largos y el viejo líder es tratado con la misma medicina. Se le releva de la máxima jefatura, se le acusa de todo tipo de torpezas y al cabo de un tiempo, en 1985, acabaría sus días hasta fuera de la que había sido su familia política de siempre. En su lugar, le sustituye Gerardo Iglesias, otro viejo apparatchik de toda la vida.

DE LA AGONÍA DE IZQUIERDA UNIDA A LA FORMACIÓN DE PODEMOS

Julio Anguita y Gerardo Iglesias

Julio Anguita y Gerardo Iglesias

De la misma forma que el anterior, Iglesias fue relevado de la máxima responsabilidad al frente de los comunistas y, un año más tarde, en 1989, de la máxima jefatura de ese movimiento que fundara denominado Izquierda Unida (IU). Julio Anguita le sustituiría y Gerardo Iglesias fue condenado al olvido, que a veces es peor que la propia muerte. Nunca más volvería a ocupar un cargo político ni en esa formación ni en otras. Bajo la dirección de Anguita, IU conseguiría los mejores resultados de la historia esta formación, aunque nunca disputando la hegemonía de la izquierda  a los socialistas y muy lejos de llegar a representar una alternativa política creíble en el sistema democrático. Pese a todo, Anguita siguió con las viejas prácticas y, en muy poco tiempo, logró expulsar a las corrientes Izquierda Alternativa, Nueva Izquierda e Izquierda Republicana, demostrando nuevamente que los viejos comunistas nunca mueren.

Francisco Frutos y Gaspar LlamazaresLuego llegó el declive, la caída en picado, bajo la dirección primero de Francisco Frutos y después con Gaspar Llamazares, pero eso no fue óbice para que las luchas intestinas, las conspiraciones, las crisis interminables y el “fuego amigo” estuvieran siempre presentes en la vida de esta organización freudiana  en tensión y en permanente lucha interna. 

Frutos, o Bruto, como le llamaban sus enemigos, acabaría hundiendo a IU y enemistado con Llamazares y Anguita. Y Llamazares, para no ser menos, tras haber coqueteado con los nuevos líderes de Podemos pero no atreverse a dar el paso al frente con ellos, también acabaría sus días en el cementerio de “héroes” olvidados.

Pablo Echenique y Pablo Iglesias

Pablo Echenique y Pablo Iglesias

Así llegamos a Podemos, un invento creado por un antiguo asesor de IU, Juan Carlos Monedero, y otros viejos camaradas de los viejos tiempos, como el inefable Jesús Montero, siempre llamando a la puerta del mejor postor y despreciado, en su momento, por los socialistas, que vieron en él un simple oportunista. 

Ya ha comenzado la caza de brujas, el ruido de sables, la noche de los cuchillos largo. Pablo Echenique, el máximo líder de Podemos en Aragón, ya le ha echado un órdago a Iglesias en forma de documento, cuestionando su autoridad y poniendo en entredicho su estrategia política. A Monedero, por lo pronto, ya le han jubilado y mandado para casa sin honores previos. Al parecer, se le olvidó pagar unos impuestos por unos ingresos recibidos desde la Venezuela de ese gran demócrata que es Nicolás Maduro, pero esa es otra historia para otro momento. Continuará…



Ricardo Angoso 2
Ricardo Angoso

Periodista español
rangoso@iniciativaradical.org/web
@ricardoangoso

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *