El espionaje de EEUU ha confirmado la autenticidad de algunas de las grabaciones que implican a los rebeldes y a Rusia en el derribo del MH17, incluyendo una en la que el ministro de Defensa de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Igor Strelkov, se atribuye la responsabilidad del derribo del avión.

Según los servicios de inteligencia estadounidenses el derribo del vuelo se debió a un “error” de los separatistas. El Kremlin no quiso responder a las acusaciones del Gobierno de Estados Unidos, que divulgó imágenes de satélite y otras pruebas que demuestran que Rusia entrenó y equipó a los rebeldes ucranianos que presuntamente derribaron el avión.

Un comandante rebelde en el este de Ucrania admitió que los separatistas tenían en su poder un sistema de misiles Buk, justo el mismo que Kiev y otros países occidentales dicen que se utilizó para derribar el MH17. Alexander Jodakovsky, que lidera el batallón Vostok -un importante grupo rebelde considerado estrechamente ligado a Rusia y a sus servicios de inteligencia militar- dijo en una entrevista a Reuters que los rebeldes podrían haber recibido esos misiles Buk de Rusia.

Era la primera vez que un separatista de alto rango reconoce tener esos misiles, pero horas después, en conversación con la agencia RIA Novosti, negó haber admitido tener este armamento. “No dije nada por el estilo y tengo una grabación de la conversación”, señaló a través de un portavoz.

EEUU detectó el lanzamiento de un misil tierra-aire justo cuando se produjo el incidente con el avión malayo. Y fue desde la zona en el este de Ucrania controlada por los rebeldes prorrusos. Rusia ha seguido facilitando tanques, lanza cohetes y otras armas a los rebeldes del este de Ucrania, según Washington.